miércoles, 1 de enero de 2014

¡Bendiciones, amor y paz en el 2014!

A todos los lectores y seguidores de este blog del MOVIMIENTO FRATRES les deseamos un año nuevo 2014 lleno de bendiciones, amor y paz. Que el Señor Jesús, en quien creemos y esperamos, nos muestre el rostro misericordioso del Padre y nos prodigue los dones de su Santo Espíritu.

Ha querido la Iglesia que, en este tiempo de Navidad, y al comenzar el año nuevo, contemplemos a la venerada María, Madre de Dios, a quien pedimos su protección e intercesión.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este miércoles en que la Iglesia celebra la solemnidad de Santa María, Madre de Dios.

Con motivo de las vacaciones anuales, este blog dejará de ser renovado durante unos días y volverá normalmente el 12 de enero, Dios mediante. Ese día concluye el tiempo litúrgico de la Navidad, con la celebración del Bautismo del Señor. Los esperamos.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Lucas 2,16-21.
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción. 
Comentario

-¡Que el Señor te bendiga y te guarde! ¡Que "ilumine su rostro sobre ti"! ¡Que te sea propicio! ¡Que el Señor «te muestre su rostro»!

Esas palabras, con imágenes muy humanas, nos hablan del amor de Dios por María. En esos días después de Navidad, pueden aplicarse a María muy concretamente: el rostro de Jesús y el rostro de María, vueltos el uno hacia el otro, como todas las madres con su pequeñín.

Además, esas palabras tienen un sentido místico: Dios, ciertamente, se regocija con ese nacimiento. María es la "preferida" de Dios. No nos resulta fácil imaginarnos el diálogo de esos dos «corazones», de Dios y de María inclinados sobre «su» hijo. Entre Dios y María hay un incesante diálogo de amor a través de Jesús. Me detengo a contemplar ese diálogo, interiormente.

-Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer. Esta frase nos indica que Dios se ha valido del tiempo, que ha hecho una preparación. La encarnación no se produjo más que cuando la humanidad hubo llegado a un cierto grado de madurez. La historia del pueblo de Israel es la historia de una ascensión, de un descubrimiento progresivo: el hombre iba afinándose, lentamente descubría unos valores esenciales y poco a poco tenía la experiencia de su relación con Dios.

Toda esa preparación, en un momento dado se concentró en una persona, ¡la Virgen! María es la delicada y fina flor de la humanidad, la cumbre de toda la ascensión humana, la obra maestra de Dios. El corazón de María es la joya preciosa de la humanidad. Después de larga espera, al llegar la plenitud de los tiempos... todo está preparado en el corazón de esa "mujer".

Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

-Mirad la prueba de que sois hijos: «Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abba, Padre! La paternidad de Dios es tan vasta como la humanidad entera. La paternidad de Dios engendra primero, desde la eternidad a un hijo único. Pero ¡el espíritu de ese Hijo ha sido enviado a nuestros corazones! Desde entonces, de nuestros corazones parte un «grito» de hijo: "abba"... "papá"... Es el término hebreo más familiar. ¡La palabra que Jesús lanzó a la humanidad para nombrar a Dios!

El misterio de Navidad es no solamente el misterio de un hijo, es el misterio de una multitud de "hijos": todos los hombres pueden llegar a ser «hijos», en ese «Hijo».

-De modo que ya no eres esclavo, sino Hijo... y si hijo también heredero... por la gracia de Dios. Por la gracia de Navidad, la humanidad entra en una nueva relación con Dios. En lugar de la relación de «amo» a «esclavo», desde ahora serán relaciones de «padre» a «hijo». Podría decirse de «una madre» a «su hijo», para tratar de captar mejor lo que pasa entre Dios y nosotros.

¡Entre Dios y la humanidad hay un lazo de amor inverosímil! A Dios no podemos comprenderlo, ni podemos tampoco entender nada de lo que hace, si olvidamos eso. Me quedo contemplando el corazón de Dios. El sentimiento paternal de Dios hacia mí y hacia todos los hombres.

Pero, de mi parte, ¿qué pongo? ¿Correspondo a ese amor? ¿Quizá me quedo más en el temor? Danos, Señor, un corazón de niño, un corazón filial.

NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 3
PRIMERAS LECTURAS PARA ADVIENTO - NAVIDAD
CUARESMA Y TIEMPO PASCUAL
EDIT. CLARET/BARCELONA 1983.Pág. 72 s